Appunti di viaggio

Cuatro visiones de Matera y del festival Energheia

Fernando Clemot, organizador del premio Energheia España

 

premiazione spagnaFue mi amiga Laura Durando la que me habló por primera vez de Matera y del premio Energheia, en Turín, en el año 2010. Fue una semana horrible, con la niebla cubriendo la ciudad durante cinco días. Ni siquiera pude subir a la Mole Antonelliana, ni soñar con ver los Alpes.

Me apunté a esta aventura con la confianza y la ilusión que destilaba mi amiga. Ella fue mi primer vínculo con Energheia y Matera y esta es una de las tantas cosas que le debo agradecer. Luego conocí a Gaetano, a Rita, a Felice, y a tantos amigos con los que he vivido momentos emocionantes e inolvidables. Las personas que lo llevan es el mejor patrimonio de Energheia, aquello que lo hace diferente.

Recuerdo que aquel primer año participaron 42 cuentos venidos de varios lugares de España pero creo que recordar que más de la mitad de los participantes eran de Barcelona, en concreto de la Universitat Autònoma de Barcelona, donde imparto cursos de Narrativa Creativa y clases en las facultades de Filología y Periodismo.

El trece de septiembre de 2011 visité Matera por primera vez y pude comprobar que la belleza que había visto a través de fotos y reportajes por Internet era un mero espejismo. La ciudad era fantástica y desde entonces ha ejercido en mí un hechizo que no ha hecho más que acrecentarse en estos dos años.

Al compás del hechizo también ha ido creciendo el premio que tuvo 58 participantes en la edición de 2012, 84 en la de 2013 y que en esta edición ha alcanzado los 90 cuentos recibidos. También ha recibido un merecido apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España a través de su Embajada en Italia.

Desde entonces todo han sido buenas noticias y me alegro especialmente por el trabajo de todas las personas maravillosas, amables y desinteresadas que hacen que cada año el festival Energheia y la asociación sean una realidad única y fascinante.